Una mañana apoteósica en la Marina Real Juan Carlos I. La de las grandes citas, grandes acontecimientos. No cabía un alfiler.
Fueron saliendo uno a uno por el canal todos los equipos desde los 50, los 70 y hasta el maxi 80… animado el ambiente por el buen saber y decir de
Nacho Santos y una explosión de coets y color como solo Caballer sabe hacer… parecían las salvas con las que se despedía a los exploradores del siglo XIX.
Los que quedamos allí hasta que nos trasladamos a seguir la regata, tuvimos paella, para 2000 personas… (de Galbis, oigan)… mercadillo de productos tradicionales de Valencia, básicamente ortofruticolas.
La primera parte de la etapa entre Valencia y Lisboa, con toda probabilidad, será la más complicada de la Route des Princes. La fama del Mediterráneo no falta a esta cita, una meteorología algo incierta que complicará la navegación hasta el cabo de Gata y luego por el mar de Alborán, en la aproximación final al estrecho de Gibraltar. Además, la flota de los MOD70 y el Maxi80 Prince de Bretagne irán primero hasta la boya de paso de Benicarló, una zona que estos días está siendo especialmente complicada, debido a la orografia montañosa de Castellón que afecta a los vientos aponentados.
Poco viento y de ceñida, con serias sospechas de encalmadas nocturnas, y los sobresaltos habituales en los siempre delicados cabos de La Nao y Palos, antes de llegar a las costas de Almería.
Navegar cerca de costa o dar una millas de respeto, ese es el dilema. Y de momento los partes meteorológicos no ayudan a tomar la decisión, pues cada nueva información varía de la anterior.
La corriente en Alborán, el posible viento terral nocturno, el tráfico marítimo o la tentación de buscar alternativas favorables por el centro del canal o incluso cerca de la costa africana, son la habitual y compleja partida de ajedrez que deberán jugar la flota de la Route des Princes.
Todos coinciden en la incertidumbre de la estrategia y de la táctica, y la mayor parte de los regatistas opinan que el cruce de Gibraltar puede ser definitivo para el desenlace de la etapa. Quién entre primero en aguas atlánticas tiene casi todos los números para marcar la paute del pelotón, primero hasta cabo San Vicente y luego remontando la costa portuguesa hasta Lisboa. Que el viento pase del SW inicial al W y luego al NW, siempre con intensidades que no pasarán de los 15 nudos, convertirán las 800 millas, 680 para los Multi50, en una larga ceñida.