A menudo la vida te pone en el camino situaciones, personas y hechos que superan cualquier expectativa. La causalidad hizo que una prima hermana se casara hace treinta y… con un nieto del Dr. Ramón Gómez Ferrer y por ello tengo el enorme placer y orgullo de emparentar con esta ilustre familia valenciana. Lo demás lo ha hecho el roce, el cariño, el trato humano y cercano de unos y otros.
Don Ramón fue el primer pediatra, antes llamado médicos de niños, porque fue el primer catedrático en Valencia que dio título a esa novedosa especialidad. Corría el año 1888.
Ahora celebramos con actos y homenajes diversos la gran labor que por la infancia realizó en vida, y aun después de muerto, gracias a sus investigaciones y estudios, cuando estamos celebrando el 150 aniversario de su nacimiento, el 21 de diciembre (gracias Baltasar Torralba, biógrafo, por tu precisión).
Su repercusión fue tan grande que muchísimas de las poblaciones de la Comunitat Valenciana han dispuesto calles con su nombre y erigido monumentos en su memoria como el que hay en la Glorieta de Valencia.
La Universitat de València se dotó de una cátedra de pediatría, que desde 1888 hasta su muerte ocupó el Dr. Ramón Gómez Ferrer. La exposición «Infancia, salud y enfermedad. El Dr. Ramón Gómez Ferrer (1862-1924)» que hoy se inaugura, conmemora la labor de un profesional de la medicina y, al mismo tiempo, el esfuerzo colectivo de toda una sociedad, a favor de la infancia.
Un grupo de familiares, amigos y discípulos han creado una Asociación Cultural para dar a conocer su obra que tanto nos ha aportado a todos, a veces sin saberlo, podéis ver su información en www.ramongomezferrer.wordpress.com
Nos encantaría que las madres vieran y supieran que avances en la medicina de niños se deben a este ilustre médico, humanista, amante de su profesión y de su enseñanza para el avance de las nuevas generaciones.